sábado, 18 de julio de 2009

Un suspiro

Nunca supe cuál podía ser la onomatopeya para un suspiro. Es imposible escribirlo. Es sin embargo uno de los gestos que más llegan a mostrar los demonios que tenemos adentro: el del amor y el del desamor, el de la soledad, el de la felicidad.

Suspirar es como abrir un paréntesis, dejar un gran espacio y cerrarlo. Esto sería un conjunto vacío en muchas circunstancias. Este conjunto está lleno con todo lo que necesita tener adentro, incluso si esto es ausencia.

He suspirado muchas veces, con dolor, con lágrimas secas en las mejillas. Lo he hecho con resignación y desconsuelo, con desesperanza. He suspirado cuando he sentido que la vida no es vida, cuando he sentido que no quiero más. Es cómo si el alma se quisiera escapar del cuerpo, pero nos tapamos la boca por costumbre, la sociedad necesita que los hombres tengan un alma, de lo contrario ¿Qué corrompería?

El alma se quiere salir del cuerpo, pero no siempre porque no se halle en él. A veces he suspirado por satisfacción, por felicidad, sintiendo, así esté en un cuarto vacío, que el viento me mueve el cabello y me obliga a cerrar los ojos, y que delante de mí no hay más que un horizonte, por ver y por perseguir.

El suspiro que tantas veces surgió de mi en momentos de soledad, ahora esta cambiando de sentido. Es un suspiro de plenitud el que se apropia ahora de este pobre mortal que quiere ser condenado a amar, es un suspiro de extraña plenitud cargada de ausencia y de deseo, cargada de esperanza. Y el alma se quiere escapar del cuerpo, porque ya no esta sola. Mi alma quiere ir y buscarte, buscar la tuya, esa tan hermosa como la quiero y la necesito. No más y no menos.

Desdoblarse es una buena forma de amar. Por lo menos en el sentido estricto sería una buena forma de hacerlo. Amar por sí solo es desdoblarse. Partirse en dos, y volverse otro sin dejar de ser uno. Entregar el alma y el cuerpo, o el cuerpo y el alma sin temor al dolor.

Cierro mis ojos, me imagino tu cuerpo abrazándome. Y sí, siento las cosquillas. No es un juego tonto, mi alma te esta abrazando, la tuya esta haciendo lo propio conmigo. Entonces sale de mí un suspiro mudo, indetectable pero profundo. Mi alma está contigo, se me acaba de escapar. Esta junto a tu cama dándote un beso y diciéndote: “Buenas noches hermosa compañera”.

1 comentario:

Unknown dijo...

Me gusta mucho la forma en como un suspiro, una manifestacion tan simple del cuerpo, es abordada para ser exlicada de tan diversas maneras...

Resalto en este post, el parrafo final!

Saludos!!!