martes, 26 de mayo de 2009

Yo ejerzo mi Derecho a Soñar, ¿y vos?

Esta entrada no obedece a ningún impulso momentáneo e innecesario, no obedece tampoco a un fugaz y orgásmico momento de inspiración, no tiene dedicatoria pero si destinatarios, no peca de pretensiosa pero tiene toda la intencionalidad del mundo.

Me uno a la campaña de Lucas que en realidad no es de Lucas sino de Eduardo Galeano y probablemente -eso espero- ha sido la de muchos a través de la historia.

Es algo tan sencillo como esto: Yo ejerzo mi Derecho a Soñar, ¿y vos?

Para entender un poco:


http://estosojosmiopes.blogspot.com/2009/05/reclamando-el-derecho.html


Muchas veces me he quedado acostado, con los ojos cerrados y el cuerpo de frente al firmamento oscuro o al cielorraso. He soñado con volar, con el aire que corre rápidamente junto a mí, con los árboles que voy dejando a mi pasar, que se despiden de mí mientras dejan caer sus hojas, con las piruetas que puedo dar, y he soñado con lo pequeño que se ve el mundo desde allá arriba. De repente caigo, de nuevo en mi cama, con la certeza de no haber volado pero la felicidad de haberlo soñado. Porque soñar es como caminar hacia el horizonte que no se alcanza con el único fin de caminar.

Desde niños jugamos a las muñecas, nos ponemos cascos para luego conducir a doscientos kilómetros por hora en la sala de nuestra casa. Soñar es mantener la esperanza, mantener la esperanza es mantenerse en pie, vivo y soñando, a pesar de todo.

He soñado. He soñado que la gente muere con ganas, por sobredosis de vida. He soñado que las sombras desaparecen, se vuelven luz y van al lugar que les corresponde. He soñado que las caras sucias de la calle se mantienen allí sólo a voluntad, siempre con una gran sonrisa, pero sin hambre, sin sueño pero con sueños. He soñado con caminar en la noche por cualquier lugar, con el único temor de que los borbotones de gentes boyantes de alegría y vida me pisen los dedos.

He soñado porque soñar es vivir. No entiendo la necesidad de utilizar dos palabras diferentes para designar lo mismo.

He tenido un bebé en mis brazos y he soñado. He soñado con que crece, con que lo veo crecer, imaginándome cuánto lo alcanzaré a querer. He soñado con lo grande que puede llegar a ser, con lo mucho que le enseñaré y lo mucho que le podré aprender. He soñado mientras le miro los ojos y le pregunto con una intención casi telepática ¿Qué sueñas?

He soñado con que vivir no sea un trámite sino un fin. Vivir por vivir, “como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega”. He soñado que la Democracia no es un término a discutir sino una realidad para disfrutar.

He soñado que la gente ha perdido el temor de amar, y el amor se vuelve un impulso instintivo de todos los seres humanos. La gente en cambió tendrá temor de ser olvidada, y trabajará todos los días para ello.

He soñado que la gente tiene sueños, y que trabaja por ellos día tras día. He soñado con vos, he soñado que sueñas conmigo.

Diría Galeano también en otra ocasión que “el mundo merece ser lo que quería ser cuando aún no era”. He soñado que el mundo es mundo, que la gente es gente, que el amor es amor, que un “te quiero” es un “te quiero”. He soñado que el mundo logra su sueño de ser lo que quería ser cuando aún no era.

He soñado y aún sueño.

He soñado con la erradicación de la palabra obligatorio del diccionario y de las mentes de las personas. He soñado con que ni siquiera soñar es una obligación, porque aún quien sueña con no soñar tiene derecho a hacerlo, y algún día verá su sueño hecho realidad.

He soñado que la gente trabaja con gusto. Es remunerada por hacer deporte, o teatro o música. He soñado con que la gente es, y he soñado ser. He soñado con que sueñes, y no calles tus sueños, que por ridículos o insulsos que parezcan son sólo tuyos. He soñado escucharte.

¿Qué sueñas?


Alguna vez soñé con escribir y que alguien me leyera ¿Vale la pena soñar?
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Diseño imágenes: Daniel Castillo.

2 comentarios:

Deisy dijo...

Me uno también... Yo sueño que aquellos cobardes que piensan que soñar no tiene sentido, algún día recobren la vista, el olfato, el gusto, el tacto, el olfato, el amor...con eso sueño, que vuelvan a esas pequeñas cosas que la realidad les quitó...

Anónimo dijo...

Que de los sueños a la realidad hay de distancia las ganas de ejecutarlos.

Vos soñaste alguna vez con escribir y ahora yo te estoy leyendo, cinco años después de publicado esto. Aunque seguro no he de ser el público que esperabas, sin duda, vale la pena soñar.