lunes, 28 de marzo de 2011

Escepticismo para dummies en épocas conspirativas


(Escritos cortos sin gran exigencia de genio, talento ni dedicación. ¡Es lo que hay!)

Ante lo impenetrable del alma, frente a lo insondable de las pasiones, contra los prejuicios del espíritu, fuimos, somos y seremos la negación latente de todo lo que el mundo quisiera que fuéramos. Dos segundos después, haciendo un ejercicio de honestidad, tan brutal como se quiera, somos la afirmación tácita de todo lo que el mundo necesita que seamos.

El alcohol y las drogas como artificios, el sexo por naturaleza, y el amor como una suerte de extraño híbrido fueron las excusas dadas por los dioses para vivir. No la familia, no la sociedad, no el conocimiento, no la opulencia, jamás el paraíso. Nos dieron motivos para vivir servidos en el mismo vaso usado para servir el coctel de la última hora.

Nuestra verdadera desgracia consistió, al fin de cuentas, en creer que el mundo era verdad, y en descreer de la vida como juego, como simple y básico entretenimiento.

viernes, 18 de marzo de 2011

Embriagados

Hasta donde mis ojos alcanzaban veía las luces delirantes de los confines de la ciudad, cadenas de lucecitas recostadas sobre las laderas, irregulares y llamativas, cual efecto polilla. Parecía el más calmado de todos los incendios, pero se movían, brincaban, iban y venían, temblaban, quizás tiritaban de frío.

Las luces están más vivas que cualquiera de nosotros. Es media noche y un sonido como ronroneo, como susurro invade los oídos en medio de la ausencia de "civilización", solo con la interrupción poco abrupta de los motores y de la fricción entre el caucho y el concreto que no pasa de ser ocasional. Huele a río, huele a noche y a madrugada sin distinción.

Pensé estar algo ebrio, pero me di cuenta de que era la ciudad la que estaba caída de la borrachera.

lunes, 7 de marzo de 2011

Día de la Coca Cola sin gas

¿Y qué si es un día comercial? Ese no es el verdadero problema. A veces quisiera que muchas de las cosas buenas fueran comerciales, que los buenos libros se vendieran a precio de empanada, que los músicos, y en general los artistas, fueran tratados con mayor respeto (económicamente hablando) sin importar lo que toquen, que el consumo de algunas sustancias viniera después del comercio regulado, etc. En serio, insistir en que el problema es que sea un día comercial es tonto, infructuoso, a parte de cliché. (Decir que decir que el día de la mujer comercial es un cliché, también es un cliché).

El día es de por sí gregario. Puede que sirva para reivindicar las luchas de las mujeres oprimidas que se levantaron el contra del sistema patriarcal y bla bla bla, pero por eso no deja de ser clasificatorio, además de una perfecta excusa para todo lo contrario, consolidar formas únicas de ser, de ser mujer, de ser femenina, de existir. En últimas, con el pretexto de celebrar su existencia (que en realidad es una forma de mostrar la culpa colectiva que llevamos, y que a veces deja de pesar), se termina legitimando una sóla forma de existir. Ahí sí, la que vende lo comercial.

Hablo bobadas, voy y vuelvo, y de paso me contradigo. Solo quiero decir que me parece que es un día para pedir disculpas más que para dar felicitaciones. Somos los herederos de ésta peculiar forma de entender el mundo, con ese peculiar lugar para ellas. Y más los que nacimos entre estas montañitas, o que me digan que la imagen de la "grilla" (Con todo el respeto que ellas, mujeres de éxito, se merecen) no es uno de los mejores ejemplos del machismo paisa.

Me gustan las mujeres, me gustan mucho las mujeres, me gustan exageradamente las mujeres (Que quede claro por si había aún quien lo dudara). Pero hay muchas formas de ser mujer, incluso desde lo masculino. Eso es otra extensa y retrillada (aún no comprendida del todo) discusión.

De cualquier modo, bienaventuradas ellas que son quienes arreglan cada cagada que hacemos, quienes reconstruyen el mundo después de cada guerra (para medirnos los cojones mientras nos damos bala, para eso servimos los hombres), quienes paren generaciones enteras de parias. Por ahora, que cada una pueda transformar su pequeño mundo es más que suficiente, siendo claros, cada una significa todas y cada una.

Soy cursi, mañé, amo a mi mamá y a mi hermanita, y mañana es probable que la Nacional de Chocolates venda un par de chocolatinas más de cuena mía, como es probable que me las termine comiendo yo. A propósito, me gustan las chocolatinas, por si alguien de verdad cree que el 19 de marzo, día de San José, es homologable como día del hombre. Yo sabré recibir los beneficios de tal perogrullada.

(PD. Ando escribiendo horrible. Disculpenme o crucifíquenme, como mejor les parezca. En estos momentos soy un "mal polvo" en lectura y escritura. Simplemente había que sacudir los dedos y volver a escribir sobre algo que a nadie importara.)