domingo, 30 de noviembre de 2008

Problema de criterio

DESPUÉS DE VARIOS DÍAS DE INACTIVIDAD Y DE BLOQUEO MENTAL POR FIN LOGRO TERMINAR ALGO PARA PUBLICAR, ESPERO RETOMAR LA RUTINA.
En lo que solemos llamar una sociedad democrática, el criterio debería ser una de las principales características de lo que solemos llamar ciudadanos. Entendido como la capacidad de elegir y de tomar decisiones a conciencia, es decir, con argumentos y con fundamentos acerca de cualquier tema, pero sobre todo de aquellos que nos atañen a todos por el hecho de vivir en una sociedad; hoy lo veo más como un mito que como una realidad.

En primer lugar, el criterio tiene implícito en él la hipócrita pretensión de objetividad, o por lo menos de imparcialidad, de tener la razón contra a pesar de cualquier contra-argumento. El criterio se forma sobre todo a partir de la experiencia, pero con experiencia no estoy excluyendo para nada a la academia, esta es uno de los principales componentes de esa experiencia; pero la experiencia obviamente es subjetiva. Es posible entonces encontrar opiniones parecidas en aquellos que pueden tener opinión, pero siempre habrá puntos de divergencia.

El problema del que se quejan muchos intelectuales –o por lo menos uno de ellos- es la falta de criterio que, de manera generalizada sufren las sociedades modernas, en especial las tercermundistas. Este problema básicamente es un problema en los sistemas educativos que aún hoy, en el aclamado sigo XXI siguen siendo arcaicos y anacrónicos, basados en pedagogías fósiles que buscan más crear máquinas que personas, esclavos que ciudadanos. Este problema de educación sin embargo, no creo que sea un problema de desarrollo histórico al que hayan sido inocentes las elites de las naciones, más bien creo que desde siempre estás mismas elites han estado interesadas en que el pueblo no piense, o que piense en lo que ellos quieres. Desde siempre (o por lo menos desde la antigüedad romana) ha sido infalible la fórmula de “pan y circo”.

Cuando en una sociedad con la cual nos vanagloriamos al llamarla democrática se presenta un problema de ignorancia generalizada, hasta en lo más estructural y objetivo, la responsabilidad de pensar recae en unos pocos, una pequeña elite con posibilidades de llegar al conocimiento, de acercarse a la academia. En estos recae entonces la responsabilidad de ser la conciencia de la sociedad, en los intelectuales, basado en la fama que han logrado gracias a su criterio. Y ¡que gran responsabilidad es convertirse en la conciencia de una sociedad en decadencia! Es a los intelectuales a quienes la historia les cobrará todo lo que podrían haber hecho y no hicieron.

Ahora bien, soy estudiante (y espero serlo siempre) y como tal tengo la pretensión de algún día tener voz y voto como dicen, pero sobre todo capacidad de utilizarlas en pro de quien lo merezca y con fidelidad a la verdad. Por esto estoy también en búsqueda de crear mi propio criterio, no solo porque quiero sino porque se nos demanda (a todos los estudiantes, en especial los que tenemos que ver con las ciencias sociales) diariamente. Nos bombardean diariamente con la misma exigencia hasta llegar al punto de acusarnos de nuestra propia falencia y en esta dinámica terminamos acusándolos a ellos, a los intelectuales de hoy por los problemas de los del mañana. Pero el problema es el siguiente ¿cómo formar criterio sin bases? ¿Acaso partiendo de criterios ajenos? Creo en las influencias, pero en este caso ¿que legitimidad puede tener mi criterio cuando es víctima de prostitución y mendicidad? ¡Muy original! No sería entonces más que un Collage. ¿Es esto conveniente para una sociedad democrática? ¿Evoluciona el pensamiento de esta manera?

Realmente no tengo respuesta a ninguna de estás preguntas, lo único que puedo decir es que realmente hay un grave problema de criterio, un problema con el criterio.

martes, 11 de noviembre de 2008

Asunto: La vida según Quino

QUINO es un famoso personaje hecho así por alguien más famoso que él: Mafalda. Creo que este es suficiente contexto para cualquiera que nunca lo haya escuchado nombrar, ahora bien, si hay alguien que nunca ha escuchado hablar de Mafalda, sea que la ame, la odie o le sea indiferente, le recomiendo que evalue que esta haciendo en este mundo y en que está gastando sus días.

Caracterizado por su irreverencia, pero sobre todo por su originalidad a la hora de ejercer su legítimo derecho a la crítica. Es hijo y consecuencia de los años y de las situaciones socio-políticas en las que (como todos nosotros) se ha visto obligado a vivir.


Con respecto al humor social y político, pero al de crítica fundamentada y "seria" y no a aquel que se encarga de hacer mofas y ridiculizar, pienso que es una de las maneras más sanas y seguras que queda de disentir. Lastimosamente la gente -y paradójicamente también- no se lo toma en serio, de manera que termina volviéndose un poco intrascendente, afortunadamente quienes lo hacen, los creadores tienen más posibilidades de seguir vivos sin ser acallados.


Pero bueno, en este caso no quiero referirme a ninguna caricatura de las que acabo de mencionar sino al escrito "La vida según Quino" que ya me ha llegado varias veces al correo electrónico, causando siempre la misma sensación de extasis y, si se puede decir, traba temporal. Eh de decir que nunca se me había ocurrido ver la vida al revés, pero es maravilloso. Creo que alguna vez en alguna serie olvidada de televisión le pasaba algo parecido al protagonista, pero todo el mundo se preocupaba porque iba a desaparecer. Influenciado por esto tenía la misma percepción, pero sin lugar a dudas la vida como la plantéa Quino sería genial.


Comenzando por la muerte. La muerte aún hoy debería ser venerada como en culturas antiguas, realmente lo único malo de esta es el dolor que deja en los que quedan vivos, pero pues, como dicen, el muerto al hoyo y el vivo al baile. Solo veo dos problemas, ¿cómo comenzar por un fin si se supone que después del fin no hay nada? y, siendo el bendito orgasmo el momento final ¿no sería este una muerte? y no me refiero al concepto de "pequeña muerte" sino a la posterior nada. Aún así me sigue gustando mucho la percepción de la vida que da Quino, y en este punto recuerdo una frase que no se a quien deba atribuírla, pero que he visto en algunos subnick de messenger: Hoy quiero ser lo que era cuando quería ser lo que soy.


Por un momento olvidémonos de los avatares de nuestra sociedad consumista, injusta, desigual, avara, egoísta, etc, etc, etc....y pensémos de manera egoísta. No se si fui producto de un buen orgasmo y realmente no me atrevo a preguntar, pero ¡¡¡ESO SI ES VIDA!!!

lunes, 10 de noviembre de 2008

Muerte caminante

De nuevo, una vez más algún impulso extraño se adueña de mí. La ociosidad es la madre de todos los vicios, y si mi vicio cuando no encuentre nada que hacer de manera inmediata y satisfactoria será el escribir, entonces esa es una madre a la que le tomaré mucho cariño.

Un hombre sólo se encuentra en su casa, en su cama, sus ojos miran para el techo, pero él esta adentrándose en su propia alma, buscando de nuevo lo que no se le ha perdido. Probablemente no es un NN, mucha gente lo debe conocer, igualmente el debe conocer a muchos similares, pero su vida está vacía a tal punto que se siente como la roca del desierto que nunca ha tenido la fortuna de ser pateada por ningún animal.

Se encuentra pensando, da vueltas y vueltas sin rumbo, sin saber a donde quiere llegar, rabia y melancolía asaltan su alma, alma inocente y pura, pero desprotegida ante la arremetida que día a día su mundo y su supuesta realidad se empecinan en llevar a cabo. ¿Lágrimas? No, ni siquiera eso vale la pena, aunque serían la mejor medicina o la mejor droga para sus heridas y sus cicatrices. Las lágrimas sacarían de sí todo el rencor que tiene, toda la tristeza que en él se agolpa inclementemente y no lograrían más que alargar lo inevitable, aplazar el momento en que su sangre se rebozará y decidirá salir enérgicamente, por su nariz, por su boca lavando aquellos labios sucios, por sus ojos impuros testigos de la maldad, de su maldad, de nuestra maldad. Ya no tiene valor ni para llorar.

Se levanta, se toma la cabeza, toma sus cabellos como intentando arrancarlos de sí, como intentando despojarse de algo que siempre aunque se intente cortar y mantener igual sigue creciendo de manera voluntaria. El sudor empieza a recorrer su rostro, y la sien, llega hasta sus labios con ese inconfundible sabor salado, recorre su vientre también acercándose a sus genitales, coquetea con los bellos de sus piernas, impregna todo su ser. Ese sudor lava su presencia y le da un aura extraña, de desesperación y desconsuelo.

Se levanta, busca sus zapatos, uno de ellos se esconde debajo de la cama pero al final no puede escapar. Se calza apresuradamente y camina con rapidez hacia la puerta, no sin antes tomar la chaqueta negra de cuero que lo ha acompañado en los momentos más deprimentes de su existencia. Lleva un papel en la mano, no tiene conciencia del momento en que lo cogió pero lo aprieta con fuerza. Sale cerrando con fuerza la puerta y no mira hacia atrás. Camina con determinación, pero no sabe hacia donde se dirige. “¿Hacia dónde?” Le preguntaría el taxista, “hacia ningún lugar” sería la respuesta más probable y más realista, pero ante la segura impotencia del desconocido para cumplir sus ordenes decide simplemente caminar.

Sus pies no reciben orden alguna, se mueven de manera casi autómata coordinándose solo con sus ojos. Las primeras calles que recorre le son muy conocidas, allí creció y formó todo lo que en este momento no puede ver pero si sentir, y no hablo de ningún dios ni de ninguna fuerza sobrenatural, hablo de su espíritu. Imágenes llegan a su cabeza por montones, muy familiar se le hace cada esquina y cada acera. Los amores imposibles que recorrieron aquellas calles con desprecio e indiferencia llegan en forma de recuerdos como flechas que atraviesan su corazón ya sangrante. Aprieta más sus manos, sobre todo la izquierda, en la que lleva aquel papel.

Avanza con rapidez, con movimientos ágiles y seguros. El viento atraviesa sus cabellos, acaricia sus orejas y se opone a que mantenga sus ojos completamente abiertos. El sonido que este causa le produce tranquilidad y sosiego, pero aumenta su impresión de soledad. Su apariencia es lúgubre, la oscuridad se adueña de él y opaca los latidos de su corazón rebelde que contrario a lo que su cabeza quiere sigue palpitando. Se adentra en territorios desconocidos, estas calles y carreras ya le son ajenas y desconocidas, no tiene la menor idea de que historias las hayan recorrido y mancillado.

Un perro que ladra, un borracho que canta, una mujer que llora y la luna que lo mira son la única compañía que tiene cerca. Camina zigzagueante, de una luz a otra, como huyendo a la oscuridad que tanto lo persigue, eventualmente un farol de aquellos falla y la oscuridad ve la oportunidad de adentrarse más en el temeroso y cobarde tipo. De pronto la tranquilidad de aquella noche se ve interrumpida por una sirena, el sonido del caucho haciendo fricción con el pavimento por las bruscas frenadas y un hombre que corre desesperadamente con un arma en su mano. Todo es rojo, azul y un poco verde. Una potente ráfaga de “los buenos”, la bala sale, su destino es la cabeza de “el malo”, o por lo menos alguna cabeza. Encuentra la de aquel tipo, la del hombre que tan solo hace setenta y tres minutos se encontraba tendido sobre su cama.

El cuerpo se queda quieto, como esperando, expectante antes los sucesos posteriores, de pronto las siluetas se confunden y recibe otra descarga de plomo, esta vez contundente, un tiro de gracia. Primero las rodillas, luego las manos que amortiguan la caída para que el muerto no sufra mucho, el torso. Ahora esta tendido en el suelo, derramando su sangre y respirando por última vez, despidiéndose del mundo que con alegría le mueve la mano, del mundo que nunca fue para él, que nunca lo supo comprender y que nunca lo quiso adoptar. Ahora no es más que un trozo de materia orgánica tirado, sin alma, sin vida, sin esperanza de nada, sin ganas, características que tenía antes de ser asesinado.

Los agentes de la ley se acercan para ver el cuerpo, la camioneta frena y ellos se bajan. Todo ha sido un error, desde el nacimiento del hombre hasta la confusión del momento inmediatamente anterior. Su vida fue un error, pero su muerte también lo fue. Notan que en una de sus manos, la izquierda que momentos antes perdió la fuerza para seguir apretando, hay un trozo pequeño de papel, arrugado y húmedo. Atrevidamente alguien lo toma y lee con desprecio y torpeza:

Adiós mundo de mierda al que tanto adoré y al que tanto quise aferrarme hasta el último momento. Adiós mujeres de mierda que nunca fueron capaces de encontrar lo que tanto buscaban, lo que para ustedes había guardado dentro de mí. Adiós madre de mierda, única razón por la que no había tomado esta decisión antes, única responsable de mi desgracia por haberme traído pero también responsable de mis pocos momentos de felicidad por haberme mantenido. Adiós tierra sin dios, sin son ni ton, sin rumbo y sin esperanza…y a vos, testigo de mi muerte, el momento mas sensato de mi existencia…ADIÓS.

De nuevo es arrugada, maltratada y tirada al suelo, cerca del cadáver al cuál pertenecía.

No se bien que fue lo que pasó, si él salió en búsqueda de su muerte o si ésta ya le estaba siguiendo los pasos. Lo cierto es que tenían una cita inaplazable a la cual ninguno de los dos podía faltar. Después de 16 años ésta se convirtió en la mejor y única amiga que tuvo, la más fiel y leal, pero sobre todo, la más justa.

Y allí yace, en una calle desconocida, ante verdes desconocidos, desconocido él mismo, cerca de un perro, un borracho y una mujer desconocidos también, bajo la luz y la mirada de las únicas que lo conocían y sabían lo que iba a pasar, la maldita luna y su maldita noche.

domingo, 9 de noviembre de 2008

¿Qué es un periodista?

ESTA ES UNA ENTRADA ESPECIAL PARA MI. DEDICADA A TODOS AQUELLOS QUE PREFIEREN GASTAR SUELAS QUE RODILLAS, SOBRE TODO PARA AQUELLOS QUE POR ESTO HAN PERDIDO SU VIDA O HAN DECIDIDO LIMITARLA.

Esta es una pregunta que probablemente me tomará toda la vida para responderme, en caso tal me iré a la tumba sin saberlo, sin embargo por alguna extraña razón he decidido seguir este camino así que mas me vale tener algunas nociones generales acerca esto. Pensándolo bien lo que aquí plasmare no serán nociones generales, más bien impresiones personales, así que, ahí van…

Un periodista es, en el sentido más lógico y obvio de la palabra una persona que ejerce el periodismo. Es una persona que se ha dado cuenta de que por hechos fortuitos llegó al mundo y está destinado a quedarse en el, pero que al mismo tiempo se ha dado cuenta de que mundo es en el que vive. Es el más sagaz escritor, porque sus letras están fundamentadas no solo en la práctica sino en la pasión por el hecho de escribir, o en un sentido más general, de escribir y hablar en radio, televisión o prensa escrita, pero sobre todo es el más voraz lector, sobre todo de su entorno. Es además un guardián defensor del lenguaje.

El periodista es un constante observador, es testigo de su mundo, espectador de la realidad y comunicador de ésta. Es una herramienta que va entre la información, quienes la protagonizan y a quienes les interesa conocerla. Por otro lado, el periodista es un erudito, o por lo menos debe serlo, eh aquí que a la profesión se le aplique tanto aquello que reza el viejo adagio del “mar de conocimientos con un centímetro de profundidad”, aunque yo pensaría que no tiene uno sino dos centímetros: es historiador, politólogo, sociólogo, economista, abogado, profesor, filántropo.

Un periodista es un fiscal de su sociedad, o de cualquier sociedad que incluso lo considere a parte de ella. Es un crítico fundamentado por naturaleza, esto hace parte más de su personalidad que de las características de su oficio. Es una esponja que durante toda su vida se dedica a absorber y a aprender, a fortalecer su criterio, paradójicamente muchas veces a partir del criterio de otros. Es un ser capaz de criticar en los otros todo aquello que cree que está mal pero que muy probablemente el no sería capaz de hacer bien.

El periodista es un invento de la democracia, causa y consecuencia de ésta. Es un pendenciero que intenta ser incluyente estando por encima del bien y del mal. Es un sujeto que basado en los utópicos principios de objetividad e imparcialidad actúa con la esperanza de generar conciencia, y junto con ésta, cambio y evolución.

Por su naturaleza y por su función se debe suponer que un periodista es un amigo del pueblo y un enemigo del poder. Un periodista es negro, anciano, indígena, niño, hombre y mujer, homosexual y heterosexual, pobre más que rico, intelectual, pacifista, estudiante y obrero.

En esencia el periodista es un curioso dispuesto a no quedarse con curiosidad, a hallar respuesta a todos los interrogantes de su vida y de su sociedad.

El periodista es un soñador, iluso e ingenuo. Es un alimentador de utopías. Es consecuencia de las adversidades, ya que si todo fuera color de rosa se verían muy reducidos, pero esta vez no por la censura ni por el plomo, sino por la falta de oferta. Es un caminante bohemio y loco que ha perdido en cierta medida el sentido de la supervivencia.

El periodista es víctima de sus pretensiones de igualdad y de libertad, de verdad y de razón, de progreso y educación. Víctima mortal en muchos tristes casos.

Es más que un ser humano, teniendo en cuenta de que el oficio es todo un quehacer y una forma de vida, es un periodista.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Nuestra Tele... 24 horas

Hoy por un hecho completamente fortuito me di cuenta de que en la mañana fué la inauguración o el estreno de un nuevo canal de noticias llamado "Nuestra Tele 24 Horas", un canal de RCN que como su nombre lo indica transmitirá durante 24 horas seguidas noticias con la "calidad periodística" de la cadena.

Como estudiante de periodismo debería alegrarme de que en Colombia se haya creado un canal de este tipo. Me parece positivo que hayan más medios, además de que ello puede significar mas oferta laboral para mí y mis compañeros en un futuro no muy lejano, pero la realidad es que no estoy completamente satisfecho.

RCN es un canal privado que con frecuencia deja los más básicos principios periodísticos por el suelo (hablando estrictamente del noticiero y de los famosos programas de opinión), esto lo hace aproximadamente 3 o 4 veces al día durante más o menos una hora u hora y media. Lo que me preocupa es que ahora no va a pasar 5 ni 6 horas en el día, ahora serán 24, con el agravante de que la directora es la señora Claudia Gurisatti, conocida por su labor en el programa "La Noche", un espacio nocturno que es difícil aclarar si es programa de entrevistas, de análisis, o de opinión (solo la de ellos).

Difíciles decisiones se acercan a la vida de muchos colombianos: Ver "Muy buenos días" con el señor Jota Mario o ver "La Mañana" con la señora Gurissati. En mi opinión creo que la mejor opción sería encender el televisor, literalmente.

Para hablar con mayor propiedad del nuevo canal tendría que verlo primero, pero por ahora solo me queda esperar las opiniones de otras personas, ya que afortunadamente, de acuerdo con el poco conocimiento que tengo hasta ahora, solo es posible encontrarlo con DirecTv. Afortunadamente no porque no lo quiera ver, al contrario tengo muchísima curiosidad, sino porque de continuar con la línea oficialista e irresponsable presentada y conocida de RCN, sería fatídicoque todos los ciudadanos colombianos tuviesen acceso a la "información" las 24 horas del día.

Por último haré alución a un stencil que veo cada que voy a clase, pero del cuál desafortunadamente no tengo imágenes: RCN. Ni nuestra, ni Tele.

domingo, 2 de noviembre de 2008

Divagando por mi cabeza

Resulta que cuando se tienen problemas existenciales por cualquier razón es difícil concentrarse y dedicarse a escribir sobre cualquier otro tema. Todo se va tornando alrededor de lo mismo, y, ni la mente ni los dedos dan para nada más. Así que, para saciar mi necesidad de escribir algo en este momento, pondré aquí algunos pensamientos que he tenido en las últimas horas.



Definitivamente no me pondré a pensar si tiene o no sentido el estar aquí, sencillamente es algo que pasó y a lo cual es difícil oponerse. De hecho las circunstancias que propician los vacíos enormes que en este momento tengo en el estómago, o bueno, en toda la caja toráxica, y pensando como músico, en el diafragma; son propiciadas por otras razones, más de vivir que de vida.

Aunque tristemente es muy fantasioso aún, se dice que venimos al mundo para servir, que "quien no vive para servir no sirve para vivir" y cosas así. Nunca me había preguntado de quien parte este pensamiento, pero me imagino que es de la moral cristiana o alguna similar. Pero, de que sirve servir a los demás cuando la propia vida es un desastre. No quiero decir que mi vida sea un desastre, lo que si es cierto es que es difícil pensar en que hay personas con grandes dificultades, mayores a las propias, cuando estas últimas no nos dejan ni siquiera respirar naturalmente.

Pensando mucho llegué a la conclusión, no muy profunda, de que al mundo no se viene a servir a los demás, eso no es más que una consecuencia, necesaria y hermosa consecuencia. Realmente los hombres venimos a servirnos a nosotros mismos, es decir, a cada uno. A buscar algo que realmente no se nos ha perdido. No se a quién se le metió en la cabeza la idea de que venimos a buscar la felicidad, no se si esto sea o no cierto, la cuestión es si es o no posible, cuestión que también es poco discutible, habría que hablar con uno que otro muerto para ver que opinan al respecto.

¿Qué es lo que hace falta a una persona para sentirse relativamente completa y poder dedicarse a algo más que vivir y dejar vivir? Yo diría que solo una cosa, capaz de llenar el vacío más grande de todos y de sanar las más profundas heridas: el amor. Pero bien, es necesario aclarar que no hablo del amor en un sentido global, no hablo del amor por el papá, la mamá o los hermanos por ejemplo, que son amores verdaderos pero fundamentados sobre todo en la costumbre. Hablo del amor como entrega incondicional, como complemento, como un intercambio atrevido de almas y de corazones, el amor como verdadero motor. También veo necesario aclarar que ese amor cuando no es correspondido es algo así como un fetiche, pues es difícil mantener un amor sin interactividad y retroalimentación, se vuelve una tendencia voyeurista.

Bueno, he llegado al centro de mi asunto, espero que esto no siga siendo una dificultad para escribir acerca de otras cosas, bien sea porque logre desviarlo de mi "agenda mental" o porque, caso que veo remoto, encuentre ese algo que tanta falta me hace y que tanto necesito.

Ah, y por último, el amor está también en el servicio, servir al otro también es amarlo, cuando parte de los más profundos y sinceros deseos de nuestro interior. Digo esto porque me acabo de dar cuenta de que el amor y el servicio son términos que pueden ir bastante juntos.