viernes, 1 de octubre de 2010

Exorcismo


La escritura me hace falta. Los días se van pasando y a veces no pienso siquiera en ello. Otras veces se me pasan ideas por la cabeza, pero las deshecho con la misma velocidad que llegan. De vez en cuando uno que otro trabajo académico se vuelve excusa para liberar un poco la carga que genera no darle rienda suelta a lo pensado, a lo sentido.  Pero no es suficiente. La escritura debe ser un acto de libertad, y al mismo tiempo de entrega como he dicho algunas veces. Pero debe ser una entrega voluntaria, algo así como una perdida libre y consciente de la libertad. Creo que lo más cercano a esa entrega libre es el espacio limitado que dan los caracteres de twitter o de facebook para lanzar ideas sueltas, desarticuladas y, generalmente, poco comprometidas.

He sentido ganas de recuperar el blog. Una mezcla entre onanismo, exhibicionismo, masoquismo, pretensión, y sinceras ganas de “producir”. 

Revisé todo el blog. Una de las razones para haberlo abandonado es la existencia de escritos que no me gustan, que no fueron bien dados a luz, así al comienzo fueran para mí una buena idea. Los leí y realmente hubo cosas que me avergonzaron. Siempre que pienso en mí mismo en pasado me siento un poco idiota. En teoría, eso implicaría que pensarme en futuro es pensarme como un idiota actual. Osea, este nuevo impulso por recuperar el blog no es menos que una estupidez, pero esa es una conclusión que en este momento poco me importa.

Intenté eliminar esos escritos que tanto me molestaban (que no son todos), pero no fui capaz. Por muy idiotas que me parecieran algunas cosas que llegué a decir, no dejaban de ser tan mías, que al eliminarlas sentía que podía estar echando al vacío una parte de mí, esa parte que uno nunca quiere ni aceptar ni mostrar. Es demasiado tarde para resarcirse por lo hecho. El cinismo de nuestra época nos ha permitido mostrar lo peor de nosotros con orgullo. Lo que si hice fue eliminar la mayoría de etiquetas. Creo que las replantearé, o simplemente no pondré ninguna. 

Probablemente esto sea una promesa de más de algo que no sé si seré capaz de cumplir, si seré capaz de cumplirme. Pero por lo pronto, pretendo volver a mis exorcismos mentales, a mis exorcismos verbales.

1 comentario:

Lucas Vargas Sierra dijo...

Bienvenido mi compañero politólogo misterioso e interesante.