Llueve.
Llueve, y en cada gota muero un poco, y en cada gota muero un poco por vos. Llueve, y en cada gota que muero por vos reviento en lágrimas, y en cada lágrima que muero por vos, morís por mí. Y en cada muerte tuya, muero otro poco. Mueres porque muero, y muero mientras mueres.
Pero en cuánto la lluvia mengua, pienso en lo patético que es morir. Morir en cada gota, y morir por vos, y reventar en lágrimas y matarte y suicidarme con tu muerte. Morir mientras veo morir cada gota.
Aquí estoy.
Ya no llueve.
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